En el lugar donde ocurrió el hecho en Liverpool, se realizó un servicio religioso para honrar a las víctimas del "peor" incidente civil de la Segunda Guerra Mundial.
Más de 160 personas murieron cuando una bomba cayó en el "Junior Technical School" en Durning Road, Edge Hill, donde un gran número de personas se protegían hace 70 años.
El domingo, nuevamente se colocó una placa conmemorativa dedicada a aquellos que perdieron la vida en los terrenos de la escuela primaria de la comunidad Kensington.
El servicio fue atendido por el alcalde de Liverpool, Hazel Williams.
Winston Churchill describió el bombardeo del local del "Ernest Brown Junior Technical College", donde se refugiaban más de 300 personas, como el "peor incidente (civil) de la guerra".
Enterrados vivos
El blanco directo de una mina lanzada en paracaidas acertó en el refugio Durning Road en Edge Hill derrumbando el edificio de tres pisos donde se encontraban los refugiados.
La bomba estalló en los calderos de calefacción en el sótano, se desató el fuego y aquellos que no fueron enterrados vivos fueron quemados por el agua hirviendo y el vapor.
El reverendo Mike Coates, que organizó el servicio, dijo: "el bombardeo de Durning Road hace 70 años afectó a un gran número de personas de la zona".
Otro monumento en memoria de las víctimas se encuentra en un pequeño parque en Old College Place, que incluye una carta escrita por la reina en el año del Milenio.
BBC: Liverpool air raid shelter bomb victims remembered
También te puede interesar...
- Bomba de la 2GM causa revuelo en la sede olímpica
- Bomba de la Segunda Guerra Mundial mata 2 personas en Moscú
- Campo de Concentración de la 2GM corre el riesgo de desvanecerse de la historia
- Japoneses y coreanos listos para firmar el primer pacto militar desde 1945
- Expedición para recuperar la campana del HMS Hood, hundido por el Bismarck en 1941
- Enorme mina alemana encontrada en Portland, Inglaterra
- En el Lago Hamana buscan tanque hundido en la Segunda Guerra Mundial
- Lingotes de plata de barco hundido durante la guerra llegan a la Real Casa de la Moneda